Querida Mía...
¿Y ahora que mas necesitas? ¿Que mas necesitas para saciar tu hambre? ¿Querrás que lo arregle después?
Agradezco tu compañía, pero porfavor, dejame atrás... alejate de mi...
Lamento decirlo, pero no eres lo que quiero... Lo que necesito no me lo puedes dar y esto es difícil para mi, me haces difícil respirar, me resulta difícil seguir mirando adelante...
Estoy tan cansada, no soy tan fuerte para esto... no tengo la fuerza de arreglar mis errores...
Siempre dices que estará bien... Que nadamas va a ser algo pequeño... no lo puedo detener, no te puedo detener. Y es que me haces necesitar tanto, cada vez mas... y me odio... ¡Me Odio!
No quiero inclinarme ante ti esta vez... lo siento... necesito control... ansió control, y tu no me lo puedes dar.
¿Porque haz regresado, vieja amiga? La vez que te fuiste me abandonaste... te fuiste sin previo aviso y no sabia lo que era la vida sin tu voz dentro de mi... me perdí a mi misma en la oscuridad y no existía nada que me pudiera saciar... Después apareció tu hermana... Ana...
Ana... tan perfecta, me cautivo... me ayudo y me protegió y me mostró una pequeña luz... tan tenue y delicada que solo yo podía ver... Me mostró un mundo perfecto... Un mundo en el cual no necesitabas nada para vivir, ¿Puedes creerlo "NADA"? No necesitaba saciar mi hambre, porque ella me mostró que formaba parte de mi y que eso significaba que era hermosa...
Ella dijo que ella sabia como ayudarme, ella me salvo... y la oscuridad poco a poco desapareció, ¿O fui yo la que se hizo mas oscura que la misma oscuridad?
No había arrepentimientos, ni castigo si lo hacia bien, y ella me mostraba como... Ella me alentaba cada día a ser mejor y ese vacío me alimentaba y me saciaba...
Mía, porfavor, termina esta tortura...
No hay comentarios:
Publicar un comentario