martes, 27 de agosto de 2013

Control Hasta Ser Controlada.

¿Cómo es vivir con esta enfermedad? ¿Es posible tener el control sobre un desorden?
Lamentablemente, respondemos que si. Aun en estos días, yo respondería que si.
La Anorexia nos hace creer que tenemos el control por lo menos de lo que pasa dentro de nosotros. Ya que no tenemos el control de situaciones externas como problemas familiares, disgustos con amigos, o conflictos escolares e incluso emocionales.
Optamos por controlar nuestra alimentación, que es lo mas fácil aparentemente.
Y así empieza el juego...
¿Quién cae primero al vació?
Nos obsesionamos tanto porque nos sentimos reconfortadas con este tipo de control, un orden al caos, o solo un torbellino más.
Aquí cuando se convierte en una enfermedad.
Ya no controlamos nada, nunca lo hicimos. Creímos todo este tiempo que podíamos controlarlo todo sobre nosotros, pero no podemos controlar lo que claramente nos destruye desde dentro.
Todos se dan cuenta cuando es demasiado tarde y cuando eso pasa ya no hay mucho que hacer, cuando eso pasa en algunos casos aceptamos la enfermedad pero estamos tan acostumbradas que nos aterra la idea del cambio.
¿Cuándo me convertí en prisionera?
Bueno, siempre lo fui. No era libre. Ni por un segundo llegue a pensarlo.
Siempre supe que no era normal, que no era sano, pero no lo podía negar. Tenia tanto miedo a perder el control que me convencía a mi misma que todo lo que me pasaba era mi culpa, que yo lo podía controlar, y en parte puede parecer que es así.
Ahora puedo ver desde una perspectiva mas lucida que no es así. Estoy enferma y necesito ayuda.
Lo más común que escuchamos son frases simples como: "Solo come, solo es comida, no vas a engordar."
Suena fácil realizar eso, pero cuando lo llevas a un plano real y cuando lo ves desde una perspectiva de una chica con anorexia severa (y no estoy diciendo con bajo peso corporal) eso es casi imposible de hacer.
Me gustaría que muchas personas entendieran lo que se siente el llorar frente a un plato de comida porque no puedes soportar la idea de comerlo, aunque no me gustaría que pasaran por eso, a nadie se lo deseo. Solo puedes entender un desorden alimenticio si haz tenido uno.
Es casi indescriptible el sentimiento de frustración cuando no puedes comer tu platillo favorito o la comida que con tanto cariño han preparado para ti.
Esto va mas allá de algo superficial, es una enfermedad emocional, incluso una enfermedad por química de tu organismo.
¿Por qué quería hablar de esto? Porque estoy harta de personas criticando antes de ponerse en el lugar de la otra persona, no estoy justificando ciertas paginas, no intento entrar en controversia.
La Anorexia y la Bulimia son enfermedades y una enfermedad jamas ha sido buena.

lunes, 26 de agosto de 2013

Al Borde de la Locura... de nuevo.

Lo estoy haciendo de nuevo, estoy enloqueciendo otra vez... ¿Qué pasa si no lo puedo ignorar ahora?
¿Y si las voces son mas fuertes esta vez?
Tengo miedo, estoy aterrada. He perdido la razón, la poca cordura que me queda se ha revelado en mi contra y ahora me insta a que huya...
Correr de mi misma, eso quiero. Desearía mas que nunca desaparecer de mi, dejar mi cuerpo atrás y vagar por los rincones místicos del mundo.
No puedo cambiar el rumbo de mi loca mente, no puedo tampoco vivir con esto. ¿Cómo se supone que debo aceptar una situación así? ¿Cómo sobrevivir a esto de nuevo? ¿Cuántas veces mas tendrá que pasar para que acabe?
Nadie ha dicho que sea fácil, solo repiten "hechale ganas, se positiva..." ¡como si ellos lo supiera!
Es difícil, es complicado, es demente. Hay veces que planeo como terminar con esto de una vez y por todas.
Empiezo a creer que necesito esto, necesito la locura, necesito desear la muerte a diario. Se me antoja una vida extremadamente complicada, se me antoja el limite, pero necesito un margen...
No quiero despertar. Quiero cerrar los ojos y soñar, soñar algo sorprendente por ultima vez y quedarme para siempre ahi. Quiero algo inocente, algo puro, algo trasparente... Necesito una sonrisa verdadera, un abrazo sincero, una carcajada espontanea, me necesito...

domingo, 25 de agosto de 2013

¿Rutina o Nueva Vida?

Me encuentro igual, en el mismo sitio. No puedo moverme, no puedo respirar como los demás lo hacen.
La vida me pesa, la existencia me abruma.
Se han preguntado cuantas veces tenemos la oportunidad de volver, de empezar de cero?
Me he odiado por mucho tiempo y ahora es mi rutina. Me acostumbre a insultar a la chica en el espejo, a purgar mis culpas en el retrete, a cerrar la boca ante cualquier tentación. Me acostumbre a destruirme, a vivir en el caos, a convertirme en el caos.
Y ahora he terminado enamorada de mi oscuridad y enajene un monstruo el cual no puedo controlar.

sábado, 24 de agosto de 2013

Viejas sonrisas y esperanzas perdidas.

Me he preguntado hace tiempo, ¿esto hubiera sido de otra manera? ¿es que acaso existe una opción
para escapar al destino?
¿Qué hubiera pasado?
¿Qué hubiera pasado si yo no hubiera mentido la primera vez que no comí? ¿y si yo no hubiera rasguñado mi pierna con aquella aguja? ¿y si no hubiera visto mi sangre? ¿y que si jamas me hubiera provocado vomito? ¿cambiaría algo si jamas me hubiera visto en el espejo?
¿Cómo seria todo ahora de no haber creado en mi mente una imagen perfecta?
Todo seria diferente... O tal vez no.
No se que hubiera pasado, a veces me gusta pasar el rato imaginando una vida así, una suerte alterna a esta, una realidad desconocida... Feliz. ¿Lo seria realmente?
Tal vez yo ya estaba predestinada a esto, llámese destino, genética, cultura social, o incluso locura. Estoy aquí porque debo estarlo, o al menos eso siempre he pensado yo.
No puedo cambiar quien soy ahora. No puedo enmendar el dolor que he causado.
¿Y que si esto es mas grande que solo un historial lleno de trastornos alimenticios, automutilación, depresión, ansiedad e intentos suicidas?
Lo es, es mas. Hay mucho mas detrás de todos esos problemas.
A estas alturas ni siquiera se quien soy, no se lo que hago, lo que se supone debo hacer.
Aun trato de aceptar lo que paso, aun trato de seguir con mi vida un día mas. Sigo repitiéndome mecánicamente "solo hasta mañana", cuento las horas, los días, los meses para que esto termine y ya no se que hacer.
Necesito un respiro. Necesito tiempo, necesito espacio. Necesito un margen.